Siempre es difícil escribir sobre una persona, pero cuando se trata de alguien tan querido como Michell Bongrand aún lo es más. Michelle Bongrand luchó con la resistencia francesa en 1942 y no ha dejado de trabajar por la democracia y la libertad durante toda su carrera. Ha recibido la Legión de Honor.
Profesionalmente fue uno de los responsables de que la primera película de 007 fuera un éxito a nivel mundial.
Junto a Joe Napolitan creó en 1968 de IAPC (Asociación Internacional de Consultores Políticos), de la cual fue el presidente durante su primer año. Hizo suya la teoría del pequeño mundo tras la creación de esta asociación, y trazó lazos con todos los rincones del planeta. Trabajó en más de 100 campañas en tres continentes y ayudó en el proceso de la transición española.
Era un «bon vivand», un amante de los puros y de las buenas comidas. Hizo de Maxims su cantina.
De él conservo el último reconocimiento que parte de los profesionales de consultoría política le concedió, el Victory Award a toda su carrera, que tuve el placer de recoger en Washington en su nombre debido a que no pudo acudir por su enfermedad.
También tengo su libro «Le Marketing Politique», publicado por «Que Sais-Je». Guardo su primera edición como una joya en mi biblioteca.
Se van muriendo los mejores. Este año nos han dejado además de Michell Bongrand, Joseph Napolitan. Años antes lo hicieron Max Beauchez, Clift White y Joe Carrell, todos ellos expresidentes de IAPC. Ahora me toca a mi ser el decano de los expresidentes vivos.
Si a un hombre se le recuerda por sus actos, Michelle Bongrand será uno de los hombres que seguirá en nuestra memoria por los méritos tanto personales como profesionales que consiguió.