Sa“Acabo de conocer a un tipo que plantea el tema electoral desde el punto de vista matemático y de marketing. No le entiendo en absoluto, por eso creo que debe de ser muy bueno”. En marzo de 1977 José Mario Armero me introducía de esta manera como un incipiente consultor político al entonces Presidente de Gobierno, Adolfo Suárez.
Treinta y siete años después, ayer presenté una tesis doctoral que arranca precisamente con una dedicatoria a Adolfo Suárez al que hace un año tuve la oportunidad de presentar un primer borrador de Elementos básicos de una campaña electoral.
Mi carrera profesional está íntimamente ligada con Suárez. Con casi cuarenta años de ejercicio profesional y más de cien campañas electorales en mi haber, sigo considerando a Suárez como el mejor político para el que he trabajado y por el que he sentido más afecto personal.
Matemáticas y marketing
En 1987, la recomendación de Armero hizo que formara parte del equipo electoral que Rafael Ansón estaba preparando para Suárez.
Los métodos de prospección que empleaba -que combinaban elementos de marketing con formulaciones matemáticas- sirvieron para que acertara en los pronósticos de las elecciones del 15 de junio de 1977 con el resultado exacto de diputados para la UCD de Suárez, 167 elegidos.
Además, colaboré con Adolfo Suárez para las elecciones municipales de 1978 y, a partir de octubre de ese año, Suárez decidió que mi equipo ejerciera una labor continuada de asesoramiento que culminó con la participación en la campaña electoral de 1979.
Por recomendación de Adolfo Suárez, fui contratado por el candidato del Partido Social Demócrata de Portugal, el malogrado Francisco Sá Carneiro, que ganó las elecciones en enero de 1980 pero murió once meses después en un accidente de aviación.
Mi tesis, Elementos básicos de una campaña electoral, trabajada bajo la dirección de la doctora Margarita Márquez Padorno, es un ejercicio de erudición que combina el conocimiento teórico del arte político con un desarrollo práctico contrastado a lo largo de cuatro décadas.